jueves, 17 de diciembre de 2009

EL ESPÍRITU QUE HABITA EN SANTA MARÍA DEL MAR

¿Quién no ha oído hablar del espíritu que habita en Santa María del Mar? No es una patraña ni es invención: el espíritu vive y dicen que vaga errante noche y día por las naves de la catedral cabizbajo, meditabundo y suspirando desde hace siglos.
Algunos parroquianos aseguran haber visto una sombra fantasmal y transparente pasando veloz por las esquinas del templo mientras rezaban. Otros afirman haber escuchado extraños lamentos. Los frailes más atrevidos murmuran historias extrañas.
Y los más crédulos dicen que es un alma en pena que pasea su desesperación centenaria cuando suenan las campanas a las doce del mediodía... ¡que era la hora aproximada en que fue hecha nuestra foto!

¿Alguien podría explicarnos la historia? (Para 2º ESO: entre 5 y 12 líneas)

TODO VA MAL, Alícia Folgarona, 2 BAT A

Hoy parece que me he levantado del revés, como un calcetín obstinado. Cuando me he despertado todo han sido prisas, pues al despertador —¡vaya con los antojos del chiquillo!— no le ha apetecido sonar y hacer su trabajo. Pese a haber dormido más de la cuenta, he pasado sueño durante casi toda la mañana, seguramente fruto de la ausencia de cafeína: las prisas tampoco me han dejado tomarme mi café matutino, ni siquiera una tostada o un pedazo de pan reseco —con o sin aceite de oliva. Así que he pasado hambre y sueño durante las dos primeras horas de clase, esperando con ansias el descanso. Luego me he dado cuenta de que me había olvidado el almuerzo en la mesa de la cocina.

Al mediodía he llegado a casa con un humor de perros. Mientras buscaba las llaves me he tropezado dos veces, y casi he caído por las escaleras; una vez he entrado al piso, y después de arrastrarme lastimosamente por el pasillo a oscuras —¡qué pereza, encender el interruptor!— casi (por no afirmarlo rotundamente) me he dado de morros contra la puerta de mi dormitorio (había olvidado abrirla).

Y, si pensabais que a partir de aquí no podía irme peor, os equivocabais, pues mi día no ha mejorado. Una vez he salido del baño, después de pararme como podía la hemorragia de la nariz, casi he tenido que evaporar por arte de magia la comida por falta de tiempo. Al final, se me ha caído el yogur y se ha roto, ensuciándome los pantalones. De camino a mi dormitorio (de nuevo) para cambiarme de ropa (los pantalones estaban horrendos), me he tropezado con el gato (negro, por cierto) y me he caído de bruces (de modo que me ha vuelto a sangrar la nariz).

Cuando he recuperado la conciencia, ya eran casi las seis de la tarde, así que no valía la pena intentar llegar al instituto con un retraso de dos horas y cincuenta y tres minutos (sobretodo teniendo en cuenta que las clases de la tarde duraban dos horas). Me he levantado, le he tirado la mochila al gato (¡miaow!) y he ido a la sala de estar. Me he echado en el sofá, pero no he encendido la televisión.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

CUENTO DE NAVIDAD, Charles Dickens

Si estas Navidades quieres leer un clásico y un cuento extraordinario, clica en el enlace que encontrarás a continuación. Y, si lo lees, no olvides rellenar la ficha de lectura con tu opinión y comentarios sobre el libro, ganarás un fin de semana en la vieja y nueva ciudad que se levanta a orillas del Támesis y cuya ilustración abre nuestro blog, ¡¡Londres!!

Cuento de Navidad, Charles Dickens


Para abrir boca, el libro comienza así...

EL FANTASMA DE MARLEY
Marley estaba muerto; eso para empezar. No cabe la menor duda al respecto. El clérigo, el funcionario, el propietario de la funeraria y el que presidió el duelo habían firmado el acta de su enterramiento. También Scrooge había firmado, y la firma de Scrooge, de reconocida solvencia en el mundo mercantil, tenía valor en cualquier papel donde apareciera. El viejo Marley estaba tan muerto como el clavo de una puerta......



AVISO PARA NAVEGANTES: Si cuando estés leyendo esta preciosa joya te parece que el vocabulario en algunas partes o párrafos es "super difícil", no te rindas y sigue "adelante, siempre adelante".


martes, 15 de diciembre de 2009

NOCHES OSCURECIDAS DENTRO DE MIS NOCHES, Alícia Folgarona, 2 BAT A

Noches oscurecidas dentro de mis noches,
luces claras que se esconden tras sus sombras;
claroscuro de sueños quebrados de muerte,
desordenados, que tiñen el cielo de carmín.

Sensaciones que se escapan por mis ojos y mi boca,
los extremos de la vida y los miedos de mi raza.
Mis ojos miran y te miran, no ven más allá de ti,
y mi cuerpo se estremece al recordar la oscuridad.

Destellos caídos y estrellados del cielo de la noche,
noche oscura y estrellada que se tiñe de dolor.