domingo, 14 de febrero de 2010

LOS TÓPICOS EN LA LITERATURA


CARPE DIEM

– Te echo de menos – le susurraba. Era imposible que me respondiera por lo que seguí con mi declaración. – En todo este tiempo no he sido capaz de decirte lo mucho que te amaba, y mira por donde, hoy, el día menos indicado me he armado de valor para decírtelo – era una estupidez lo sabía, esto no cambiaria nada, no serviría para nada, pero debía decírselo. – Hace ya tiempo, tras cuatro años de conocernos, empecé a sentir algo. Cada vez que me decías algo mi cuerpo temblaba, y me echaba a reír de los nervios. Pasaban los años pero seguía teniendo miedo de que eso aumentara de tal forma que acabara prendida de ti. Y mira por donde los miedos se hicieron realidad… – dejé ir un suspiro para intentar relajarme, sin éxito. Resultaba mas duro de lo esperado. –No puedes hacer nada para desenamorarte de alguien, pues los sentimientos a veces tienen la voz de la razón… haciéndote amar lo imposible, desgraciadamente mi voz no quería salir para decirte lo mucho que te quería, y te sigo queriendo ahora.

Finalmente, cuando la voz empezaba a fallarme, dejé el ramo de veintitrés rosas blancas y una roja al pie de la lápida, junto con mis lágrimas.
RAQUEL LUQUE SILES, 2º BACHILLERATO